Esculturas
Felice trabajó mucho con la madera, utilizando descartes de los aserraderos y carpinterías y troncos de árboles cortados o “podados” abandonados por la calle. Creó estructuras y esculturas de grandes dimensiones, para demostrar diferentes posibilidad de “mobiliario urbano”, originales y creativos, como el jardín equipado en Sant’Arpino o las “ovejas” por la Villa de Scampía (¡súbito desaparecidas!).
Mucho más numerosas las esculturas de pequeñas dimensiones, realizadas entallando con la sierra circular pedazos de madera recuperados inutilizados de las carpinterías para crear muñecos y esculturas las más disparatadas, a menudo dotadas de “accesorios” obtenidos ensamblando plumas de ave, tiras de plástico o de hojalata, tapones de botes, etc., siempre hallados por la calle o en cualquier caso entre los materiales de descarte.
Fuera de las esculturas de madera, no menos importantes son las “esculturas” en alambre: flores, animales, caras y todo lo que le pasaba por la imaginación. Últimamente había realizado un sinnúmero de flores de las formas las más extrañas (la flor ojo, la flor mano, la flor pie, la flor oreja, la flor boca, etc.) que colocaba en pequeñas botellas de cristal coloreado, apropiadamente halladas en los varios bares, llenadas de grava o de arena o de microscópicas conchas recogidas en la playa.
Diferentes esculturas han sido realizadas también en el curso de los laboratorios creativos.